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Lecciones de belleza que aprendimos de nuestras madres

Nuestras mamás nos han enseñado varios trucos para sentirnos más bonitas y hoy revelamos los más top. ¡Te identificarás con alguno!

No hay nada como los consejos de mamá, ¡eso es un hecho! Desde las recetas de cocina y pláticas que nos fortalecen como mujeres hasta las lecciones de belleza que nos han salvado y lo seguirán haciendo por el resto de nuestra vida. Seguramente tu mamá también te enseñó alguno que otro remedio para sentirte más bonita y hoy, te contaré los que yo aprendí de mi mamá para inmortalizarlos ¡y le sirvan a más de nosotras!

La maravilla de la manzanilla

Uno de mejores consejos aprendidos ha sido el uso de té de manzanilla. Primero en bolsitas humedecidas para calmar la piel por los brotes de la adolescencia y después para desinflamar y desvanecer las ojeras. Más tarde, mi mamá también me enseñó que la infusión se podía rociar en el cabello para obtener unos suaves reflejos claros que iluminan naturalmente el rostro sin necesidad de tinte.

Aceite de almendras para cejas y pestañas

Mi mamá solía aplicar aceite de almendras en las pestañas y cejas antes de dormir, pues decía que así crecían y se mantenían gruesas. La verdad, no creía mucho en eso hasta que me depilé las cejas al estilo Christina Aguilera de los 90 y recurrí a su truco maestro. No te miento, después de ponerlo durante 3 semanas, ¡ya habían crecido un montón! ¿Tu mamá o abuela también lo usaban? Eso sí, es importante consultar a tu dermatólogo y oftalmólogo antes de aplicarlo.

 

Ajo para las uñas

Para nada suena a una buena idea, pero realmente lo es. Se trata de triturar unos dientes de ajo frescos y aplicarlos en las uñas (por adelante y atrás) durante 20 minutos, a modo de mascarilla y antes de ir a bañarte para que no quede ningún aroma desagradable. El paso se repite una vez a la semana para acabar con las uñas débiles, quebradizas y descarapeladas, toma nota. Una de las grandes lecciones de belleza que aprendí de mi madre (y que le agradeceré para siempre) aunque no tenga el mejor olor.

El poder de un lipstick rojo

Esta no fue una lección de belleza sólo de mi mamá, ¡también fue de mi abuela! Cuando era pequeña, les preguntaba por qué les gustaba pintarse los labios de rojo –siendo un color tan fuerte y notorio–, y más de una vez me respondieron ‘el rojo te levanta el ánimo, te hace sentir más fuerte y capaz de conquistar el mundo’. Cuando crecí, lo entendí todo (incluso su efecto la autoestima) y ahora lo cargo en mi bolsa siempre ¡para la situación en que lo necesite!

Aguacate y huevo para un pelazo

Seguro ya conoces esta mascarilla de pies a cabeza, pero mi mamá me enseñó un tip extra para conseguir un pelazo hasta en los peores días: mezcla el aguacate con el huevo, aplica de raíces a puntas y envuelve con una gorra de baño caliente por 20 minutos. Lava como de costumbre y, después del acondicionador, haz un último enjuague de cerveza sin alcohol. ¡Brillo y fuerza A-S-E-G-U-R-A-D-O!

La magia de la vaselina

La vaselina es ideal para aliviar la descamación en la piel por resequedad, para humectar y exfoliar los labios con azúcar, para sellar las puntas abiertas, para que el perfume dure más, para borrar cicatrices y hasta para fortalecer las pestañas. Mi abuela le compartió todo esto a mi madre, mi madre a mí y, ahora, ¡yo a ustedes! ¿Lo mejor La vaselina se puede usar para muchas más cosas? y no es perjudicial ni para la piel sensible.

Ahora es tu turno, ¿qué truco de belleza que has aprendido de tu madre le quieres compartir al mundo?