
Los 5 vestidos que mejor quedan según la forma de tu cuerpo
¿Qué vestidos se adaptan mejor a tu anatomía? Estás a punto de descubrirlo.
Entre sinuosas curvas praxitelianas y estáticas cariátides se mueven las formas de nuestro cuerpo, y para cada una de ellas, hay un vestido diferente. Dar con el que mejor sienta a cada tipo de anatomía es fácil si sabes unos cuantos trucos. Nada complicado, sólo unas cuantas normas que, todo sea dicho, puedes saltarte cuando te dé la gana, porque lo más importante de una prenda es lo cómoda y segura que te haga sentir. Dicho esto, veamos cómo cincelar tu geometría a placer.
2. Cuerpo triángulo: En este caso, la parte de los hombros es más ancha que el resto. Por tanto, nos interesa atraer la atención y el volumen a la parte inferior, a partir de las caderas. Un diseño lencero como el que luce Camille Charriere en la imagen bajo estas líneas, es perfecto. En primer lugar, porque los tirantes finos, aunque no tapen los hombros, tampoco añaden atención sobre ellos. En segundo lugar, por el añadido de plumas, que crea voluminosidad en la parte inferior, atrayendo hacia ahí la atención. Por último, como no se ciñe al cuerpo, no evidencia la forma recta de la cintura, por lo que resulta perfecto.
4. Cuerpo pera: El rasgo dominante son las caderas, algo más anchas que el resto del cuerpo. En este caso, buscaremos un vestido que no se ciña a ellas, sino que cree vuelo sin marcarlas. La parte superior ha de ser de cintura ajustada y con los hombros bien marcados, ya que éstos suelen ser bastante estrechos en comparación con las caderas, y nos interesa dotarlos de mayor presencia.
5. Cuerpo manzana: Las formas redondas predominan en el tipo manzana, sin que la cintura quede definida. Por eso buscamos dibujar líneas que, ópticamente, la marquen y compartimenten más la unidad que este cuerpo. En esta tarea, un vestido suelto con cinturón y a media pierna, da excelentes resultados.
Ahora ya lo tienes un poco más claro.