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Los inesperados beneficios a la salud de tener un smartwatch

Los smartwatch tienen un enfoque clave en el monitoreo físico, acercando más a las personas a cuidarse a si mismas (y a los médicos a datos bastante valiosos).

La idea de un smartwatch ha existido desde hace décadas. De hecho, algunas empresas lograron llegar bastante lejos con su tecnología al implementar computadoras miniatura en relojes, como fue el caso de Casio (tomando como base sus diseños de calculadoras). Sin embargo, en ese tiempo la tecnología no era lo suficientemente atractiva para convertirse en un producto masivo. En 2013, con bastantes herramientas a la mano, múltiples empresas comenzaron a trabajar en el futuro de estos dispositivos, con Apple siendo el más recordado al presentar su Apple Watch en 2014.

 

El lado brillante de los smartwatches

 

Tim Cook, CEO de la empresa, señaló en esa presentación que el dispositivo revolucionaría los campos de la salud y del fitness para sus usuarios, pudiendo tomar múltiples datos de los usuarios que pudieran ayudarles a conocer mejor su cuerpo y el impacto de su actividad física, por más leve o intensa que fuera. Por supuesto, al inicio, esto sonaba a una promesa interesante pero dudosa. Aunque una empresa pudiera tomar datos de la actividad física, parecía poco probable que fuera exacta o que fuera realmente valiosa para expertos de la salud con algunos expertos presentando bastantes dudas, sin embargo, el tiempo (y la tecnología) demostró el impacto que pueden tener estos dispositivos en las personas.

Con opciones como el monitoreo del ritmo cardiacomonitoreo de sueño y, por supuesto, en desempeño físico, estos dispositivos han resultado ser valiosos para el campo médico e incluso, de acuerdo con algunos expertos, puede impulsar la forma en que las personas interactúan con su salud. En 2018, la Food and Drug Administration, agencia federal del departamento de salud de Estados Unidos, señaló que los dispositivos podían ser efectivos monitoreando distintos datos físicos, por lo que cada vez más personas comenzaron a llevar esa información a los consultorios médicos. Así mencionó la cardióloga Mohamed Elshazly para un reportaje de The Verge.

La opción del monitoreo del ritmo cardiaco puede determinar si una persona tiene un ritmo cardiaco irregular, incluso si no tiene un monitor de corazón (un procedimiento bastante invasivo), lo cual realmente puede servir para salvar la vida de una persona ya que le puede ayudar a un experto a determinar un diagnóstico de forma más sencilla.

Sin embargo, esto no deja de lado los falsos positivos. Aunque los dispositivos pueden ser valiosos, también es posible que en algunos momentos se hagan registros en el smartwatch que pueden preocupar al usuario. Asimismo, algunas personas con tendencias hipocondriacas pueden llegar a obsesionarse con revisar su dispositivo constantemente y mantener ciertas lecturas. De hecho, en el caso de los monitores de sueño, algunas personas pueden desarrollar una mayor ansiedad por sus problemas de sueño, y –según algunos expertos– su precisión no es tan exacta como para tomar en serio esa información. 

Por otra parte, en general, los smartwatches podrían estar impulsando más a las personas a tener un monitoreo de su actividad física, buscando cumplir ciertos pasos al día o usándolos para revisar sus rutinas de fitness, lo cual también puede ser valioso compartir con los expertos médicos para que puedan ayudar u ofrecer su perspectiva sobre esas metas. Aquí se recomienda que las personas no tomen absolutamente como base los datos que ofrece su smartwatch, sino sólo tomarlo como respaldo y dejar la opinión y los consejos en manos de los expertos.

Por supuesto, se espera que con el futuro estas tecnologías mejores y se perfeccionen, pero el primer paso ha sido dado: cada vez son más los que confían en estos dispositivos para proteger su salud y son más los que creen que puede ser clave para salvar vidas. 

Fuente: GQ México