
México llora a su ídolo: Vicente Fernández muere a los 81 años
El domingo 12 de diciembre, el ídolo Vicente Fernández falleció a las 6:15 horas, como se confirmó en la cuenta oficial de redes sociales que daba su parte médico.
El ídolo de música ranchera había ingresado dos veces este verano al hospital. La primera fue en julio, cuando necesitó estar bajo cuidados médicos por una infección en las vías urinarias; a principios de agosto, el intérprete de “Para siempre” regresó a una clínica después de caer en su habitación en su rancho “Los Tres Potrillos”, situación que le ocasionó una lesión cervical por la que fue operado de emergencia.
En cada concierto, Vicente Fernández entusiasmaba al público: «Mientras ustedes aplaudan, yo sigo cantando», decía. La gente le tomaba la palabra y palmeaban hasta prolongar el espectáculo por cuatro o cinco horas.
Esa era una de las marcas registradas del «Chente», el apodo con que se conocía en México. También le decían El Charro de Huentitán.
Con su muerte, ocurrida este domingo a los 81 años y que fue informada por su familia a través de su cuenta oficial en Instagram, termina la época de los grandes intérpretes de la música regional mexicana, un período que inició con Tito Guízar en los años 30, Pedro Infante en la década posterior y siguió con Jorge Negrete, Javier Solís y José Alfredo Jiménez.
Fernández era el heredero de esta saga, y unas de las voces más reconocidas de Hispanoamérica.
En sus 50 años de carrera vendió más de 65 millones de discos, filmó 25 películas y ganó ocho premios Grammy Latino. Hasta ahora no existe un artista de ese género musical que ocupe su puesto.
Chente era dueño de un peculiar estilo de entonar las canciones rancheras, la música más característica de México.
«Tenía una voz potente que combinaba con otra muy aterciopelada«, le dice a BBC Mundo Pável Granados, director de la Fonoteca Nacional. «Hay algo distinto que Vicente Fernández le puso a la música ranchera. Su repertorio es muy amplio, desde las canciones originales del género hasta otras como el bolero», afirma Granados.