
Salma Hayek recuerda sus inicios en Hollywood: ‘mucha gente me dijo: ‘no eres buena, nunca lo lograrás’’
Salma Hayek se encuentra en un gran momento de su vida tanto en lo personal como en lo profesional. Por un lado, la actriz disfruta de su sólido matrimonio con el empresario François-Henri Pinault, padre de su hija Valentina, quien ya es toda una teenager. Y en lo que respecta a su carrera, las cosas no podrían marchar mejor, pues está por estrenar dos nuevos proyectos, entre ellos una película del Universo Marvel, algo totalmente distinto a lo que había hecho hasta ahora. Al reflexionar sobre su carrera, la guapa veracruzana ha recordado sus inicios en Hollywood, cuando después de dejar las telenovelas, se topó con la dura realidad de la industria del cine estadounidense.
Salma fue elegida para encarnar a Ajak en la cinta Eternals, algo que no sólo fue sorpresivo para el público, sino para la misma actriz, pues admitió estar un tanto perpleja por el hecho de convertirse de pronto en una estrella de acción. “Yo estaba como: ‘¿Qué está pasando?’. Quiero decir, las cosas han cambiado mucho en los últimos años para las mujeres en general. Pero lo que no entiendo es por qué me está pasando esto”, confesó en entrevista para la edición estadounidense de la revista InStyle. Y es que para nadie es un secreto el hecho de que en la industria del cine la edad suele limitar las opciones en cuanto a papeles se refiere. Sin embargo, ella ha demostrado que a sus 54 años está en su mejor momento, pues además de la película de Marvel, es parte del elenco de House Of Gucci, que también se estrenará este año.
Sin embargo, las preguntas que hoy se hace la actriz, distan mucho de las que se hacía al comienzo de su carrera en Estados Unidos, país al que llegó con la ilusión de convertirse en una estrella de Hollywood tras conquistar la pantalla chica en México. “¿Por qué nadie me contrata? ¿Puedo pagar la renta?”, recordó. Y es que, según contó a dicha publicación, gastó sus ahorros como actriz de telenovelas tras mudarse a Los Ángeles y participar en durante años en audiciones fallidas. “Mucha gente me dijo: ‘No eres buena, nunca lo lograrás’”, contó. “¿Y si hubiera escuchado a esos idiotas?”, agregó antes de corregirse a sí misma: “Los escuché. Lloraba hasta quedarme dormida, me rendía y luego volvía a intentarlo un poco, casi avergonzada de admitir mi sueño de ser actriz”, agregó.
La actriz nacida en la ciudad de Coatzacoalcos, Veracruz, logró hacerse de un nombre en la televisión mexicana participando en entrañables melodramas como Teresa, transmitido por Televisa entre 1989 y 1990. Años después, Salma saltó a la pantalla grande y se ganó el reconocimiento del público por producciones nacionales como El callejón de los milagros. Pero fue sin duda su elogiada actuación protagónica en Frida, la que catapultó su carrera en Hollywood, pues esta cinta incluso le valió una nominación al Oscar como Mejor Actriz. “Mi mamá me enseñó a vivir en un mundo donde todo es posible”, confesaba la intérprete a ¡HOLA! en 2017 al protagonizar un posado muy especial junto a su mamá para nuestras páginas. “Yo siempre supe que Salmita iba a ser algo grande en su vida”, comentaba por su parte la señora Diana Jiménez.
El choque de culturas al que se ha enfrentado
Convertida hoy en toda una mujer cosmopolita, Salma no olvida sus raíces, de las cuales no podría estar más orgullosa. Sin embargo, en su actual vida en Europa -vive en Londres con su familia- la actriz se ha topado con circunstancias que han puesto de manifiesto las diferencias culturales. En su charla con InStyle, la intérprete compartió una anécdota ocurrida hace varios años, cuando su hija Valentina era apenas una bebé. Hayek contó que un grupo de mujeres francesas se sorprendieron al saber que estaba amamantando a su hija, e incluso una de ellas comentó algo como que esta práctica debía ser “una tradición que viene del indio latinoamericano”, recordó. “¡Ella realmente dijo eso! Me sorprendió que mujeres tan sofisticadas, que habían tenido tantos hijos, no se tomaran el tiempo de investigarlo. Dijeron: ‘Oh, pero es terrible para los senos’. Dije: ‘¿En serio? Mira mis senos. ¡No hay problemas ahí!”, relató divertida.