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Un nuevo estudio sobre el envejecimiento muestra cómo adoptando seis hábitos saludables en nuestro estilo de vida podemos conseguir frenar el avance del deterioro de la memoria.

Durante 10 años se ha realizado un estudio en adultos de origen chino mayores de 60 años. En sus resultados, se muestra cómo un estilo de vida saludable, en particular una dieta nutritiva, está relacionado con la desaceleración del deterioro de la memoria en las personas mayores.

 

Adoptar hábitos saludables

Esta nueva investigación mostró que los beneficios de una vida saludable son visibles incluso en aquellos con un gen que los hacía genéticamente susceptibles a la enfermedad de Alzheimer. Los portadores del gen de la apolipoproteína E (APOE), factor de riesgo conocido más fuerte para el Alzheimer y la demencia, sufrieron una pérdida de memoria más lenta gracias a estos hábitos saludables.

Dadas las muchas causas posibles del deterioro de la memoria, podría ser necesaria una combinación de hábitos saludables para obtener el mejor efecto.

El equipo de investigación afirmó que la memoria disminuye continuamente a medida que las personas envejecen. No obstante, la evidencia de los estudios existentes fue insuficiente para evaluar el efecto de un estilo de vida saludable en la memoria en la vejez. Los investigadores analizaron datos de 29 mil adultos mayores de 60 años con una función cognitiva normal. El grupo tenía una edad promedio de 72 años y casi la mitad eran mujeres.

Al comienzo del estudio, la función de la memoria se midió mediante una prueba de aprendizaje verbal auditivo (AVLT) y se analizó a los participantes para detectar el gen APOE. Se realizaron evaluaciones de seguimiento cada dos años. Tras esto, se calculó una puntuación de estilo de vida saludable que combinaba seis factores: dieta, ejercicio regular, contacto social activo, actividad cognitiva (como leer y escribir), no fumar y nunca beber alcohol.

Según su puntuación, que va de cero a seis, los participantes se clasificaron en diferentes grupos. Estilo de vida favorable (cuatro a seis factores saludables), promedio (dos o tres) o desfavorable (uno o cero), y se separaron en portadores de APOE y no portadores.

Disminución del deterioro de la memoria

Después de tener en cuenta otros factores de salud, económicos y sociales, los investigadores encontraron que cada hábito saludable se asoció con una disminución de la memoria más lenta que el promedio durante 10 años. “Una dieta saludable tuvo el efecto más fuerte en la desaceleración del deterioro de la memoria, seguida de la actividad cognitiva y luego del ejercicio físico”, indicó el profesor Jianping Jia.

“En comparación con el grupo que tenía estilos de vida desfavorables, la disminución de la memoria en el grupo de estilo de vida favorable fue 0,28 puntos más lenta durante 10 años, y la disminución de la memoria en el grupo de estilo de vida promedio fue 0,16 puntos más lenta. Los participantes con el gen APOE con estilos de vida favorables y promedio también experimentaron una tasa más lenta de deterioro de la memoria”.

Los investigadores han indicado que sus resultados proporcionan «pruebas sólidas» de que seguir un estilo de vida saludable se asocia con una tasa más lenta de deterioro de la memoria, incluso para las personas que son genéticamente susceptibles a ello.

Información publicada por  Good News Network