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Sexo feminista: qué es y cómo aplicar la igualdad en la cama

Conoce los maravillosos beneficios del sexo feminista y pon a prueba los consejos para comenzar a tener sexo feminista desde hoy. 

El sexo feminista no es nada nuevo. En realidad, se lleva teorizando sobre la sexualidad de la mujer desde una perspectiva feminista desde hace muchas décadas. Si quieres una fecha exacta, podría decir que surgió durante las guerras feministas por el sexo en la década de los 80, pero no hay nada escrito que nos especifique un momento o año. 

Lo importante no es la fecha en la que surgió, sino que ha ayudado a muchas mujeres a conocer sus cuerpos, sentir deseo, fantasear libremente y encontrar un placer tan magnífico que las hace sentir más vivas que nunca. 

La sexualidad femenina no es causa de vergüenza (como se nos ha enseñado desde que llegamos a la Tierra), es algo completamente natural y que deberíamos poder disfrutar solas y con nuestras parejas sexuales. Los hombres no deberían ser los únicos que sienten placer cuando tienen relaciones sexuales. De hecho, nosotras tenemos miembros corporales únicamente para sentir placer, no obstante, nos hacen pensar que sólo fuimos hechas para procrear (no podría ser más falso este argumento). 

Nuestro orgasmo importa, nuestro placer importa, nuestros deseos, fantasías, pensamientos e ideas importan. El sexo visto y practicado desde una perspectiva feminista sabe esto muy bien y pretende ayudar a las mujeres a alcanzar su máximo potencial sexual. 

A continuación te explicamos qué es el sexo feminista, cuáles son sus beneficios y algunos tips para empezar a ponerlo a prueba desde hoy. 

¿Qué es el sexo feminista?

“Para mí, el sexo feminista se trata de tener sexo como tú quieras, en vez de tener sexo como tú piensas que deberías tenerlo – y alcanzar el máximo placer”, le comentó Flo Perry, la autora de ‘How To Have Feminist Sex: A Fairly Graphic Guide’, a la revista Vogue U.K.

En otras palabras, el sexo feminista se trata de despedirte de todos esos constructos sociales y discursos que has escuchado desde bebé sobre cómo deberías vivir tu sexualidad. Se aboga por el placer femenino para que las mujeres puedan tener experiencias positivas y puedan satisfacerse sexualmente. 

No, no es cierto que las mujeres sólo nacimos para tener hijxs. Y tampoco nos iremos al infierno por ceder ante nuestro deseo sexual ni la excitación. Somos seres humanos y respondemos sexualmente ante ciertos estímulos. Somos capaces de sentir rico cuando nos tocan. El placer no es exclusivo de los hombres. 

Así que el sexo feminista invita a todas las mujeres a dejar esos mitos a un lado y empezar a explorarse para descubrir qué les gusta en el sexo. ¿Less gusta ser las dominantes o las dominadas? ¿Les gusta que las penetren o más bien que estimulen si clítoris? Les gusta hacerle sexo oral a sus parejas o prefieren el manoseo? No hay una forma correcta de tener sexo (no hablamos sólo del coito sino de todos los tipos de relaciones sexuales que existen), siempre y cuando este sea llevado a cabo con consentimiento. 

Beneficios del sexo feminista

Uno de los grandes beneficios del sexo feminista es que ayuda a acabar con la brecha del orgasmo, pues ayuda a que cada vez más mujeres disfruten de su sexualidad plenamente y alcancen el orgasmo en sus encuentros sexuales.

Otro beneficio es que incita a la autoexploración ayudando a las mujeres a descubrir qué les gusta en el sexo y qué no. Conocer tu cuerpo es vital para tener relaciones sexuales satisfactorias.

El sexo feminista le enseña a las mujeres y a los hombres que no es no… aunque también está bien decir ‘sí’ cuando ambas partes desean algo. En otras palabras, el sexo feminista nos enseña a ser más asertivas.

 

Esta forma de vivir la sexualidad nos abre los ojos y nos enseña que existen muchas formas de sentir y alcanzar el placer. Existe el sexo vainilla, pero también el BDSM por ejemplo. No tienes que verte o sentirte de una sola manera. Existen muchas formas de disfrutar de tu cuerpo. Antes de escuchar a lxs demás y lo que ellxs piensan sobre el sexo, escúchate a ti: ¿qué te gusta, qué quieres, de qué disfrutas?

 

 

Tips para empezar a tener sexo feminista

 

La guía gráfica del sexo feminista que Flo Perry ilustró y escribió nos da muchas ideas de cómo podemos empezar a vivir nuestra sexualidad desde el feminismo. A continuación, algunos de sus más sagrados y apreciados consejos.

  • “A lo largo de nuestras vidas nuestros padres, los medios, nuestras amistades y la escuela plantaron creencias en nuestra cabeza que podrían o no ser verdaderas ni de ayuda”, escribe Perry en su libro. Así que el primer paso es hacer a un lado esas enseñanzas para darle cabida a lo que nosotras pensamos y creemos. Examina todo aquello que te han dicho y quédate con lo que te sirva y desecha lo que no.
  • Infórmate sobre sexo, las diferentes prácticas, métodos anticonceptivos, placer, imagen corporal, etc. Esto te ayudará a expandir tu visión y a encontrar lo que te gusta y funciona.
  • Haz las paces con tu cuerpo. No, no va a lucir como el de las estrellas porno o las modelos de las películas. Tu cuerpo es único y es bello y es perfecto. Aprende a disfrutar vivir en tu propia piel.
  • Comunícale a tu pareja cómo te gusta tener sexo. Si nunca se lo dices, ¿cómo esperas disfrutarlo?
  • Hazte escuchar. Nos han enseñado que las mujeres tenemos que ser calladas y complacientes, pero no más. Tu opinión cuenta al igual que tus deseos, fantasías y placer.
  • No finjas tu orgasmo. Eso nunca le ayudó a nadie. Puedes compartirle a tu pareja de una manera sensible y empática que no te está gustando cómo te toca y pueden juntos intentar algo nuevo y diferente que lxs dos puedan disfrutar.
  • Depílate. No te depiles. Depílate a medias. Depila sólo unas zonas de tu cuerpo. El vello es completamente normal. Decidas lo que decidas, que esta sea tu idea y de nadie más. No tienes que cumplir con ninguna imagen para ser bella.

El proceso de deconstrucción puede ser tardado y a veces doloroso (no es fácil deshacerte de creencias que haz tenido toda tu vida), pero es un paso importante para que empieces a disfrutar de tu sexualidad. Así que tente paciencia y ve disfrutando cada paso del camino.

Fuente: Mariana Roche/ Glamour